Los atractivos son: baño de sol, chapuzón en la playa y degustar de un suculento plato de pescado o mariscos

Un sol capaz de atraer al turista del país más recóndito y frío del planeta; unas playas codiciadas hasta por el menos ambicioso; un menú de platos irresistibles; así como una buena atención al visitante son algunos de los atractivos que amarran a los dominicanos y extranjeros que acuden a disfrutar a los balnearios del Este de la República Dominicana en Semana Santa.

La Semana Mayor no sólo es Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, también es baño de sol, chapuzón en la playa y el degustar de un suculento plato de pescado o mariscos.

Esta es la mirada general que dan los visitantes de las playas Guayacanes, Juan Dolio y Caribe del municipio de Guayacanes, provincia de San Pedro de Macorís; al igual que quienes acuden a la playa de Boca Chica, en Santo Domingo.

La remodelada Playa Guayacanes provocó que José Miguel Hernández saliera de la provincia de Samaná (que está rodeada de aguas, por ser una península) a deleitarse en la codiciada zona, la cual destaca por su arena blanca, aguas cristalinas, marcada limpieza y variedad de pescados y mariscos.

En ese sentido, Gina María Espinal Eusebio, subencargada Oficina de Turismo de San Pedro de Macorís, espera que este año haya más visitantes que el pasado, porque hay un clima favorable.

“Hay un buen sol como nos gusta a los dominicanos. La playa está limpia, libre de sargazo, gracias a Dios. Nosotros estamos aquí para servirla a cada uno, y todos estas personas que son propietarias les van a esperar con un exquisito menú”, aseguró la representante del Ministerio de Turismo.

A pesar de ser el preludio de Semana Santa, donde el flujo de visitantes es menor que en el fin de semana, una cantidad importante de personas dominicanas y extranjeros hizo acto de presencia en este y otros balnearios.

Lafeliz Marte, que llegó desde la provincia de Monte Plata, confesó que era la segunda ocasión en que iba a la Playa de Guayacanes, ya que le encantó su primera vez. Por lo que regresó. “Ya que no podemos salir el Viernes Santos, vinimos hoy para compartir en familia”, afirmó.

La señora trajo consigo a varias personas, como son sus hijos, un nieto, una sobrina, una amiga y vecinos.

Playa Juan Dolio

La Playa Juan Dolio también impresionó a sus visitantes, quienes se veían con rostros relajados. Los comerciantes aprovechaban la ocasión para ofrecer sus servicios, esperanzados en aumentar las ventas mientras avanzara el día y se acerque el fin de semana.

Lorenzo Silva, “El Cubano”, quien lleva allí tres como parqueador de vehículos, dijo que la gente se siente súper bien en el referido lugar y que “es lo mejor”.

Un vendedor informal de 82 años que decía llamarse “HI”. Johnny Rotestán

“Aquí no hay ningún problema con los muchachos que trabajan aquí y hasta ahora quienes han venido, no se han quejado”, expresó el nacional del país caribeño, quien, al igual que los demás consultados, explicó que los sábados y domingos son los días en que más personas suelen ir a la playa.

Aunque reconoció que al dominicano le gusta “muchísimo” la playa, destacó que los platos que ofrecen son “buenísimos” y que todo el que va allí depende de esa gran variedad de comida.

Playa Caribe

Mientras, en Playa Caribe, Juan Antonio García, propietario de sillas y mesas, ponderó que allí ofrecen los servicios de pechurina, lambí, camarones, pulpos; pescados tales como chillo, colorados, mero, loro, salmón, carite y pez dorado.

Señaló, además, que este año espera más personas que en el 2023, porque la playa está en mejores condiciones.

Visitantes y vendedores en la playa de Boca Chica Johnny Rotestán

Boca Chica

Otro detalle a resaltar en el recorrido de ayer, fue la cantidad importante de personas -entre ellos extranjeros- que acudieron a la Playa de Boca Chica, provincia de Santo Domingo. Los vendedores también estaban por doquier.

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