El abrazo que se dieron en público Leonel Fernández y Danilo Medina, ha sido el tema de mayor importancia en la agenda política del oficialismo y de la oposición. No es para menos, pues hace poco más de tres años, ambos líderes se distanciaron al punto que dividieron al PLD y salieron del poder. Aunque la reconciliación política de ambos no es un asunto de la pasada semana, comenzó por gestiones de terceros, desde que salieron del poder en 2020. El último capítulo de esa novela tiene sus propios detalles.
Antes de llegar al escenario del Salón Presidencial del Hotel Embajador, Leonel y Danilo, junto a Abel Martínez y Miguel Vargas, duraron cerca de media hora conversando sobre las acciones conjuntas que harán luego de la Semana Santa y lo que resta de la campaña. Todos llegaron de manera individual a las instalaciones del hotel, pero hicieron presencia conjunta en el Salón del evento.
De hecho, la entrada trajo a la memoria de algunos, al PLD antiguo, unificado como una sola familia, en los años dorados del poder y de la mística interna que mantuvo la organización unificada.
Se sabe que Danilo Medina estuvo de acuerdo con la actividad conjunta desde el principio. El encargado de comunicar el asunto fue Carlito Pared. Lo mismo con Abel Martínez, de quien se ocupó de convencer Miguel Vargas.
Convencer a Leonel fue más difícil, además de una carta del amigo y aliado incondicional de Leonel, José Francisco Peña Guaba, intervinieron otras figuras. En esta ocasión, Radhamés Jiménez fue el puente de comunicación entre Leonel y Danilo conjuntamente con Alejandro Cruz. Pero los actores fundamentales que convencieron a Leonel de la importancia del acto, fueron los veteranos Franklin Almeyda y Rafael Alburquerque.
Se supo, que Leonel también tuvo una conversación sobre el tema con Francisco Javier García del PLD y que Almeyda también se reunió con Danilo Medina, la noche del viernes. Se dice que Francisco Javier jugará un rol clave en la nueva estrategia de la oposición.
El encargado de promover en la opinión pública la necesidad del acto, fue Carlos Amarante, de los principales gestores de la alianza.
