En la más reciente encuesta del encuestólogo y empresario Bernardo Vega se resalta que, para la mayoría de la gente de a pie, el actual es un “gobierno de popis” pues su excelente desempeño o “logros” -economía y turismo- no llega a los pobres o “wawawás”; y encima, dice la misma muestra, que, como quiera, en primera o segunda vuelta, la reelección gana en 2024. Si eso no es masoquismo, al menos es sesgo-manipulación, porque, ¿cuál ha sido el crecimiento económico que el país ha exhibido en estos últimos tres años ? Pero además, ¿A razón de qué tantos empréstitos?

Sin embargo, y a pesar de esas incongruencias, hay temas de preocupación ciudadana -explícitos en prensa y redes sociales- que no aparecen ni por asomo en la referida encuesta: inseguridad ciudadana, costo de la vida y un largo etcétera; pero contrario, desaparecen otros: corrupción pública-privada (!Ya no hay corrupción!), inflación, desempleo… al parecer, en tres años, como por arte de magia, dimos un salto, socioeconómico y de adecentamiento de la gestión pública, de tal naturaleza o magnitud -por supuesto, en la cabeza del señor Vega- que hace al actual gobierno, con sus “logros”, imbatible.

Encima, en la encuesta de marras encontramos un hallazgo-vocablo nuevo: “votos probables” que, curiosamente, solo se les asignan o adjudican al candidato de la reelección cuando al ser “probable” debería ser proporcional a la oposición también (el razonamiento, lógico, es del expresidente Leonel Fernández); pero no, surgió como un agregado exclusivo para el candidato reeleccionista. Hasta en eso, el mote de popi es excluyente.

Por otro lado, mientras el candidato “escogido” por el Gobierno -Leonel Fernández- aparece posicionado, maña fuera (es parte de su estrategia-relato); mientras el candidato del partido cabeza de oposición -PLD-Abel Martínez- no avanza o, prácticamente, se invisibiliza aunque, como para cubrirse de cualquier sorpresa futura, dizque tiene posibilidades de crecimiento o de “aprovechamiento” no per se -es decir, no por su esfuerzo, potencialidad o desempeño-, sino, si el Gobierno no atiende unas que otras grietas sociales…..(!Anja!).

Otro dato que arroja la encuesta de Vega, es que ni con Leonel ni con Abel gana la oposición; pero, la misma muestra (fotografía del momento) en su cotejo-relato, deja sumatorias contradictorias, pues en algunas, la sumatoria referida al posicionamiento o intención de votos, el Gobierno supera; pero en otra la oposición. ¿Y entonces?

En fin, esa encuesta se podría calificar de gráfico de malabares-cotejos que oscilan entre el deseo, las incongruencias y el apuro, pues no se explica cómo Haití y migración son preocupación y logros a la vez -cuando ya son temas de campaña o de distracción-evasión patriotera que nadie cree, pues desbordan al Gobierno; pero además, los hilos de esa agenda todos sabemos dónde se mueven-, mientras los temas inseguridad ciudadana, servicios públicos -fallidos o colapsados-, corrupción y costo de la vida desaparecieron de la preocupación de la gente (!Cogollo!, que está, según la misma encuesta, peor que cuando Leonel, pero increíblemente, aprueba su desgracia; y encima, sufre de alzhéimer al recordar lo viejo y olvidar lo reciente: el gobierno Danilo-PLD 2012-2020). Con razón (¿?), la reelección gana como quiera…. (¡hasta en la tercera vuelta!, valga el imaginario).

Por lo visto, si sucede un imprevisto, después de febrero -que tampoco aparece en la encuesta-, el Gobierno sabrá, aparte de Vengoechea, a quién pedirle cuentas…..

Señores…., para comer pescado y hablar mentiras, como dice el dicho, hay que tener cuidado -igual para el medio que, en vez de “analizar” o comentar, cuasi endosa-. Pero, ¡allá ellos!

Suerte que, por ahí, viene febrero….. ¡Ya veremos! l

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