¿Cuándo fue la última vez que le dedicaste un día solamente para acompañarle? ¿Cuándo fue la última vez que pediste su consejo? ¿Cuándo fue la última vez, o quizás la única, que le diste un abrazo, un beso y pronunciaste un “te quiero” o “te amo”? ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste honrado de ser su hijo, que lo pusiste de ejemplo, te arrepentiste de haberle faltado, quisiste volver atrás para así aprovechar lo que desde niño intentó sembrar en ti?

Para aquellos que como yo han perdido esta figura físicamente, no obstante, su presencia no solo está latente, sino mantiene una vigencia tal que en su accionar trata de no ofender haciendo algo que bajo ningún supuesto dañe lo que esperaría de mí, aprovecho este momento para que interpolen o transmitan esto mismo a su descendencia. Más que remembranza, mis hijos hoy, sin darse cuenta prosiguen el legado dejado por este, resaltando con admiración y orgullo todo lo que pueda recordarles desde su niñez, haciéndose cotidianas entre nosotros sus expresiones, enfoque de ver la vida de forma coherente, y lo más importante de todo, a veces pareciere quieran revivirlo como su repetir: “Wao, si estuviera aquí…”, en momentos de logros, así como de decepciones, ya le veían como alguien que tenía todas las respuesta, aun con sus debilidades, opacadas por todo esto.

Hoy, Por Tu Familia, quiere llevarles a los hijos, y por qué no a los nietos, el reflexionar si están o no aprovechando la oportunidad de tener un padre presente. Sin importar si eres adolescente, adulto, mayor, el mejor regalo que puedes darle, y la vez a ti mismo, es reconocerle, agradecerle, y así mismo responder a todos esos cuestionamientos del inicio, que te llenarán, y posiblemente te harán descubrir carencias, que sin tu asociar están basadas en cómo te las respondas.

Aunque hoy tenemos una guerra abierta para descalificar la familia, y dentro de esta el rol de la figura del padre, aun en los hogares monoparentales en los cuales está solamente presente mamá, es más que necesario la presencia de este o lo que es lo mismo una representación paterna, ya sea de un tío, padrastro, abuelo… con la cual los niños puedan identificarse, cosa esta vital para que puedan desarrollar una personalidad sana con una verdadera identidad.

Honra a quien honor merece, para ti, papá.

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