¡Hola, queridos lectores de elCaribe! Mis ojos siguen topándose con textos que suelo corregir a algunos colegas que, de manera reiterada, abusan indiscriminadamente de la coma (,), y dejan ver que no se preocupan por revisar sus trabajos corregidos ni tampoco se ocupan de refrescar sobre las reglas gramaticales básicas.

Las deficiencias ortográficas en el área que me compete han sido una preocupación constante y por eso decidí escribir esta columna en este espacio desde hace años, para tratar de edificar y gritar a los cuatro vientos que abracen la importancia de escribir y hablar bien: armas de reglamento del oficio periodístico.

Cuidar los verbos “hablar” y “escribir” a la hora de ejecutarlos forma parte de la esencia pura del periodismo, y sumar estos elementos tan cruciales a otros aspectos como los siguientes: orientar, informar, edificar y educar con base en lo aprendido en las aulas, formación que luego se pone en práctica en el ejercicio puro de la carrera.

Pero, como les decía en la entrada, entre las faltas más comunes hay mucha incidencia en el mal uso de la coma (,), muchos entienden que deben aplicar este signo ante cualquier pausa interpretativa sin tomar en cuenta la regla que las rige.

Cuando usted coloca coma entre el sujeto y el verbo o también entre el objeto y el verbo, sepa que usted está aplicando un error gramatical conocido como la “coma criminal o asesina”.

La Ortografía de la lengua española precisa que este error se comete incluso en casos en que el sujeto está formado por varios elementos separados por comas o es muy largo, lo que puede hacer necesaria una pausa fónica para respirar, pero explica que no es adecuado reflejar por escrito dicha interrupción en el habla mediante una coma.

Este signo de puntuación tiene varios tipos y es importante que los repasemos para aprender a usar la coma de manera correcta. Los comparto a continuación:

La coma enumerativa: Hoy fui al salón de belleza y pude comprar mi línea para el cabello, mi gorro de satén y una jalea especial profunda.

La coma vocativa: Ángel, siéntate aquí.

La coma elíptica: María fue a trabajar a España y Josefa, a Chile.

La coma explicativa o incidental: Carolina, además de excelente amiga, es muy buena madre.

La coma apositiva: Magdalena, la secretaria, es muy puntual en su trabajo. La coma hiperbática: A pesar de la lluvia, pude llegar temprano al trabajo.

La coma conjuntiva: Hoy estoy muy feliz, sin embargo, ayer fue un día difícil.
¡Gracias por leerme!

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