Una de las medidas para disminuir su incidencia es el abordaje médico: evaluación pediátrica y cardiovascular

“la muerte súbita de un niño o de un adolescente sano y que practica deportes, es un hecho infrecuente, pero cuando ocurre, genera un impacto desgarrador, tanto en la familia como en el resto del equipo deportivo”, afirmó el pediatra y nutricionista deportivo Wilkin Dailes Cabrera Sención.

El doctor definió este tipo de muerte como aquella que ocurre por causas naturales (no traumáticas), de forma inesperada en un niño o adolescente en aparente buen estado de salud y que no estaba hospitalizado.

“Las funciones vitales de la víctima se pierden de forma instantánea o en un breve período de tiempo, desde el inicio de los síntomas”, advirtió.

Cabrera, quien pertenece al staff de la Plaza de la Salud, como pediatra y nutricionista deportivo pediátrico, considera importante resaltar que la mayoría de dichos episodios tienen una causa cardíaca como factor desencadenante.

“Generalmente coexiste una condición que no ha sido diagnosticada y en un alto porcentaje de estas muertes ha habido síntomas previos, tales como síncopes, disnea, convulsiones u otros”, detalló.

De igual manera, el galeno explicó que con respecto a las causas cardíacas “se han determinado dos grupos asociados al músculo cardiaco, las cuales son Cardiopatías Estructurales y Trastornos Eléctricos”.

Asimismo, con respecto a las estrategias que deberían implementarse para la prevención de la muerte súbita, el experto explicó que existe una tendencia mundial y enfoque desde la Academia Americana de Pediatría, de evaluar previamente a la participación del niño y adolescente en actividades deportivas.

“Esto implica una valoración pediátrica minuciosa y pruebas complementarias como electrocardiogramas y en ocasiones ecocardiogramas, (ECG de pre participación), la cual es una herramienta médica ya establecida”, afirmo.

Por igual, que la dinámica establecida en el abordaje médico (en el contexto del seguimiento), infiere clasificar a dicha población en dos grupos.

“Los grupos serían: los que tienen factores de riesgo sospechosos o identificables y los que no tienen factores de riesgo. Los del primer grupo deben derivarse para atender al factor de riesgo identificado”, advirtió.

De igual manera, Cabrera Sención advirtió que el ejercicio físico puede ser un desencadenante de arritmias en niños con predisposición.

“La mayoría de las condiciones que causan muerte súbita, en edad pediátrica, pueden llegar a sospecharse con la práctica médica y la evaluación pediátrica y cardiovascular, previa a la práctica deportiva. Esta es una herramienta preventiva eficaz”, finalizó.

Por último, el especialista recomendó que a los niños y adolescentes deportistas se les realicen “exámenes médicos regulares, tengan un descanso adecuado, alimentación balanceada y educar y crear conciencia a padres y entrenadores”.

Los factores de riesgo que conducen a padecer muerte súbita

Las enfermedades cardiovasculares son, según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) la principal causa de muerte en todo el mundo. La mayoría se pueden prevenir actuando sobre factores de riesgo comportamentales, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol, utilizando estrategias que abarquen a toda la población.

El doctor Wilkin Dailes Cabrera Sención.

Síntomas que sufre la víctima de muerte súbita

La principal causa de la muerte súbita es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. La víctima pierde en primer lugar el pulso, y en pocos segundos, pierde también el conocimiento y la capacidad de respirar. Pueden tener los ojos abiertos o cerrados, el color de la piel pierde rápidamente el tono rosado habitual y se torna azul violáceo. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos.

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