Dicen que cuando alguien te ayuda en una situación difícil eso no se llama ayuda, se llama amor, y como creo en la intencionalidad y “en que son más los buenos que los malos”, observo a Dios trazando líneas al atemporal del transeúnte, a los buenos de los “muy buenos” porque los malos se revelan solitos!
Algunos un día sin proponérselo estuvieron en tu momento de adversidad siendo ángel o héroe y quien sabe que más, y aunque éste no te amaba porque no te conocía, se puso en tu lugar por empatía o por misión. Ahora bien, quien ama no espera a que le pidas, se da, no espera a que lo llames, se queda, no se sorprende, te comprende, no aparece, permanece, porque siempre está ahí para ti.