La vieja política preguntará por qué lamento el dañino derrotero del pasado PLD-FUPU, exhortándolos a rectificar.

Vienen de auditorías sociales como marchas verdes contra la impunidad, y su derrota por un pueblo que, desafiando al COVID, salió a votar por cambios. Debieron entrar en expiación por dejar dos décadas de deterioro ético, descalabro institucional y vulnerabilidad económica, cuando debieron Impulsar reformas sociales, institucionales y económicas. Rechazaron propuestas unitarias de Abinader para recuperarnos de los daños catastróficos del COVID y la guerra en Ucrania, y a concertar reformas positivas y parte de ellos hasta rechazan la concertación de un Pacto Nacional sobre Haití.

Cuando la sociedad valora en Abinader una oportunidad para avanzar, siguen de espaldas al pueblo.
Reniegan de logros a la vista, emponzoñan e incluso irrespetan la investidura presidencial.

Atacan la terminación de cientos de escuelas, vías, hospitales, acueductos y la icónica Presa Monte Grande, que abandonaron a medio talle y han sido retomadas, por continuidad de estado, ahorrando recursos y devolviendo a la gente el pago de sus impuestos.

Denotan terminación de circunvalaciones Azua, Baní, San Francisco y Los Alcarrizos, iniciadas y abandonadas por ellos, y ahora se concluyen.

Cuestionan que la autopista Duarte, iniciada por ellos como otro paño con pasta a la principal vía nacional, Luis la transforma en una amplia, moderna y segura vía Santo Domingo-Navarrete-Montecristi, con múltiples obras de apoyo a sus entornos comunitarios.

Ignoran que Luis está extendiendo y ampliando las líneas I y II del Metro, dotando teleférico a Los Alcarrizos y de monorriel y teleférico a Santiago, en un gran esfuerzo para mejorar el transporte colectivo.
Discuten la estabilidad macroeconómica, el aumento histórico de las reservas internacionales, turismo, exportaciones, zonas francas, las inversiones extranjeras directas, y la apreciación del peso.

Descalifican que con Abinader, escribe Martínez Moya: “la economía tardó menos de un año en recuperar la actividad que perdió en 2020, y a final de 2022 el volumen del PIB total nominal en dólares fue de US$114,000 millones superando en un robusto 31.2% el de 2019.

“Que el ingreso per cápita, medido por el PIB per cápita en dólares, aumentó en un 25%, pasando de US$8 mil 583.1 millones en 2019 a US$10 mil 730.0 millones a final de 2022, y que en promedio el bienestar del dominicano mejoró en 25 por ciento, comparado con el de pre-pandemia”.

Desprecian independencia de Procuraduría, progresos de gobierno sin corrupción, impulso a transformación de la Policía y encarar los problemas que genera Haití.

Satanizan posibilidad de reelección, cuando la Constitución la consagra, y no vivimos en sus tiempos de secuestro a JCE.

Ante muestras de que Luis impulsa lo que Daniel Pou describe “una ola de renovación” ¿por qué halar al pasado y no dejarlo que se ensuelva en su dañino derrotero? Porque vamos bien, pero apenas empezamos a impulsarnos adelante, y necesitamos el concurso de todos. El pasado puede reincorporarse al futuro.

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