Sam y Sujeydis: un amor inesperado que superó fronteras y luchó hasta el final

Cuando la pareja comenzó a vivir su apasionado amor, inesperadamente un cáncer apareció en sus vidas

A Samuel (Sam) no lo conocí más que en las redes sociales por su esposa, una joven periodista, dulce y entregada llamada Sujeydis Aponte. El amor genuino que emanaba junto a su pareja en Instagram marcó a todos sus seguidores, tanto, que a la fecha, resulta imposible no pensar en ellos cuando se habla de amor real.

La vida los hizo coincidir. Y, a partir de ahí, la historia de Sujeydis y Samuel comenzó a escribirse, a tener magia y a tener encanto.

Sujeydis abrió su corazón y narró para elCaribe su encuentro amoroso que, sin imaginar, le cambiaría la vida. Todo empezó un 12 de mayo del 2017. Describe que fue un día cualquiera entre los afanes rutinarios, cuando coincidió con aquel joven lleno de sueños, con un semblante tan puro, sonrisa tan sincera y con miedo de fallar en el intento de conseguir la reina de su vida.

Sam viajó desde New Jersey, Estados Unidos, a República Dominicana sin entender español, con un sólo objetivo: encontrar su “queen”, (como solía decirle).

Samuel (Sam) y Sujeydis se casaron un 23 de noviembre 2018. Propuesta de matrimonio.
Samuel (Sam) y Sujeydis se casaron un 23 de noviembre 2018.

“Llegó al país por recomendación de una compañera de trabajo que es dominicana, para que consiga una chica bonita. Es entonces cuando Sam decide emprender su viaje a buscar la mujer de sus sueños”, comenta.

Llegó al país y se hospedó en un hotel de la Zona Colonial y mediante una aplicación de citas, coordinaron un encuentro el mismo día que hicieron ‘match’.

Una vez se encontraron, siguieron la conexión y los encuentros hasta que estuvo en el país. “Sam se enamoró de mí desde que me vio y desde ese primer día, todos sus planes empezaron a ser en plural, siempre, fuimos nosotros”, destaca la joven que hoy radica en EE.UU.

El amor de la pareja cruzó fronteras.
El amor de la pareja cruzó fronteras.

Sujeydis en ese último encuentro, le dijo: ‘’espero que no te olvides de mí’’, y él me respondió, ‘’jamás’’. A su retorno a Estados Unidos, Sam nunca dejó de escribirle y de estar al pendiente de ella, “de cuidar de mí, a pesar de los miles de kilómetros que nos separaban”.

Su segundo viaje a República Dominicana fue seis meses después. Justamente para el cumpleaños número 25 de ella. “Ese día nos encontramos; decoró donde se hospedaba con pétalos y velones para proponerme que me casara con él. Estaba en shock, con miedo y sin esperar ese momento. Sentía que él estaba un paso más adelante que yo; la confusión se apiadó de mí y me cuestionaba si realmente es el hombre que Dios destinó para mí. Para serles sincera, me gustaba todo de él, pero aún no lo amaba; pero tampoco le dije que no, y acepté la propuesta”, expresa.

Vivieron su amor al máximo
Vivieron su amor al máximo.

En sus cortos viajes, Sujeydis resaltó que siempre trataba de hacerle pasar una experiencia inolvidable, “de que conozca nuestras playas, nuestra gente y cultura. Él amaba República Dominicana; quería hacer todo allí, decía que la forma de vivir le recordaba mucho su cultura.  Su niñez la vivió en Monrovia, Liberia, en África”.

Para su próximo viaje, “ya llevábamos aproximadamente más de un año y nos fuimos de vacaciones para Cabarete, Puerto Plata. Allí, una vez más, mi romántico amor, me pidió matrimonio frente a la playa, para ese momento, ya estaba en la misma página que él, y con mucha seguridad, le dije que sí me casaría con él”.

Segunda propuesta de matrimonio
Segunda propuesta de matrimonio

“Él quería hacerme una boda como lo que fui para él, una reina. Pero, por razones personales tuvimos que adelantar las fechas y decidimos hacer algo súper pequeño, sencillo e íntimo un 23 de noviembre del 2018. No fue nada grande como queríamos, pero fue tan bonito y especial, que nuestros corazones brotaban de felicidad”.

Boda
Boda

Meses después de casados, hicieron el proceso para la petición de esposos. Para ese entonces, meses después, llega la pandemia en República Dominicana y él está en Estados Unidos. “La atravesamos en la distancia, ¡qué difícil fue!, pero gracias a la tecnología, nunca dejamos de estar conectados y hacer actividades juntos en el teléfono”.

Añade: “Fueron momentos difíciles para todos, desesperantes y llenos de ansiedades y soledad, para muchos fue un tiempo de ruptura, para otros, de unión, para todos, de enseñanza”.

Sujeydis comenta que tras la pandemia calmarse un poco y las embajadas abrir paulatinamente, su proceso de petición se efectúa para principios de abril del 2021. “Días después, hago mi entrada a los Estados Unidos. Llego llena de sueños, de planes y deseos de formar un hogar con mi esposo. Era el mejor de todos. siempre le decía mi “especial edition husband”.

Llegó el momento de la convivencia entre Sam y Sujeydis

Mientras se adaptaban y se entendían en el hogar, Sujeydis siempre le decía, que debían estar preparados porque ese era el momento en donde todas verdaderas pruebas llegaban. “Él siempre agarrado de Dios. Era muy creyente; creció en un hogar cristiano inculcado por su madre, y una vez que consiguió a su esposa, su afinidad y acercamiento con el Señor fue más y más grande. Ya Dios le había cumplido su promesa. Sam se dedicó a él, en cuerpo y alma, y decía, superaremos cualquier prueba juntos”, resalta.

Sujeydis le mostró a Sam las bellezas de República Dominicana.

Pérdida de empleo y un diagnóstico desesperanzador

 Una vez juntos, empezaron su vida de esposos. Ella consigue empleo a las tres semanas de llegar a EE.UU. “Yo iniciando mi primera semana de trabajo, mi esposo pierde el suyo. Aquí fue cuando todo empezó a marchar no tan bien”, dice.

Pasados alrededor de dos meses, después de su llegada al país, su esposo empieza a sentir un dolor inusual en una pierna. “Fuimos al médico y nos dijeron que tenía coágulos en la sangre. Nos sorprendimos, pero sin saber e imaginarnos qué realmente estaba pasando y seguimos el tratamiento de los doctores. Al pasar los días, no hubo mejoría y volvimos al hospital. En ese momento salió positivo al covid-19 y estuvo ingresado alrededor de un mes. En ese transcurso de tiempo, le descubrieron que tenía cáncer (de colón) para nuestra mala suerte. Ya había hecho metástasis, estaba muy avanzado y todo se hacía más difícil con su condición de covid-19”, manifiesta la periodista.

La pareja
La pareja

Una vez recuperado del covid-19, empezaron sus tratamientos (quimioterapia), pero ya su cuerpo estaba delgado, y con las quimios comenzó a debilitarse aún más. En ese tiempo, las esperanzas no se alejaban, las oraciones y su paz nunca faltaron; la duda nunca se apoderó de él y la ilusión de crear y tener su familia lo mantenían luchando.

Pareja tras el diagnóstico
Pareja tras el diagnóstico

Todo pasó muy rápido, y lastimosamente, “nuestros esfuerzos y los tratamientos médicos no fueron suficientes para mi esposo. Sam no logró ganar la batalla contra el cáncer, pero sí la ganó en Cristo, y falleció feliz (24 de noviembre de 2021) y conforme a su voluntad, porque aunque no tuvimos grandes años unidos, en el corto tiempo que Dios nos permitió, logró tener lo que siempre le pedía, su hermosa esposa, como solía presumirme”.

Sujeydis acompañó a su esposo hasta su último suspiro.
Sujeydis acompañó a su esposo hasta su último suspiro.

Fueron meses muy difíciles; de muchas lágrimas, sacrificios y pruebas para ambos, pero también, de mucha conformidad y de felicidad. Sostiene que ambos aprendieron a valorar lo poco y a ser felices hasta en sus peores momentos, “porque sabíamos que pase lo que pase, estaríamos agarrados de la mano y tal como se lo prometí, no se la solté hasta que la muerte nos separó”.

El mensaje de Sujeydis es: “Ama, valora y sé feliz con lo que tienes y, sobre todo, sé agradecido con quien lo da todo por tí, porque no sabes si mañana esa persona te falte. Vive el ahora, porque mañana no está prometido”.

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