En el centro, los estudiantes realizan sus 60 horas de labor social y aprenden un oficio

El papel que ocupa la Casa del Artesano de San Cristóbal en el circuito del arte es parte fundamental en la representación de la cultura de la República Dominicana.

Esto le ha permitido a sus miembros entrar a los corredores turísticos, ya que desde que abrieron reciben turistas nacionales e internacionales.

Además, este espacio cultural les ha permitido desarrollarse y tener un contacto directo con el cliente, pero también con los mayoristas, y sobre todo tener la oportunidad de sentirse “valorados”, expresó su presidente, el artesano José Damián Matías Vargas.

De igual forma, aseguró que la Casa del Artesano cumple con su objetivo de formar parte del Corredor Turístico de la Provincia San Cristóbal y posteriormente en todo lo que es el perímetro del sur, por considerar que “estamos en el centro del país y desde aquí podemos llegar al sur profundo y al norte, ya que estamos ubicados en la Autovía 6 de Noviembre, un punto que conecta a todos los sitios”.

Matías Vargas, un artesano con más de 20 años de experiencia en el sector expresó que “nos sentimos orgullosos y tenemos plena confianza en nosotros mismos y la seguridad de que esta plaza será un éxito con la ayuda de Dios y de que seremos un ejemplo para los demás”.

Asimismo, detalló que cada vez que un turista adquiere un regalo paga el 18% del itebis y que ese es un dinero que va directo al Gobierno, por lo que “creemos que estamos cumpliendo con la función y haciendo aportaciones tanto a nuestros compañeros, al Estado a través del impuesto, así como a la contratación de mano de obra”.

El artesano destacó que la Casa del Artesano de San Cristóbal agrupa a productores de artesanías, alfareros, artistas plásticos, joyeros, talladores de aves, de pilones, tornería, piezas especiales para la decoración de jardinería, y que cada uno de ellos tiene su espacio de producción y salón de exhibición.

Logro
Desde su apertura, uno de los objetivos de la Casa del Artesano es el de impartir talleres en las escuelas y en centros educativos, en los cuales podrán ayudar a jóvenes de escasos recursos y darles un soporte a esos que tienen ansias de aprender un oficio para posteriormente desarrollarse y lograr sus sueños.

En la actualidad, este centro permite a los bachilleres que realicen sus 60 horas de labor social para que de esa manera puedan aprender un oficio.

“Las maestras Mary Lantigua y Eli Sánchez les enseñan también a los estudiantes de 6to. grado del Liceo de San Cristóbal para que aprendan el arte de elaborar la artesanía”, indicó el artesano, quien agregó que la edad promedio para optar por la pasantía es a partir de los 17 años. Asimismo, dijo que la Casa de Artesano también les ofrecen la oportunidad a estudiantes de Artes Visuales para que realicen la pasantía.
En la actualidad, 50 estudiantes acuden a la Casa del Artesano de San Cristóbal, quienes duran 100 horas para culminar su pasantía.

“Con esta iniciativa buscamos que las comunidades y la sociedad puedan interactuar con el lugar y formar parte de ella”, manifestó Matías Vargas.

El sueño de los artesanos

Matías Vargas sueña con que los artesanos dominicanos puedan colocar sus productos en los diferentes “guif shhop” o tiendas de regalos en los diferentes hoteles, plazas, cadenas de supermercados y farmacias a nivel nacional.

Consideró que hay que incentivar a los productores, a través de la enseñanza, de programas de préstamos para que puedan adquirir tecnología de punta, porque si bien es cierto que la artesanía se produce con las manos, no es menos cierto que se necesita la ayuda de máquinas para producir más.

“Lo soñado es eso, estar en todos los puntos de venta de artesanía del país, porque hay suficiente mercado para nuestros productores y por ende le cambiaría la vida a toda la familia”.

Es por ello que Matías Vargas solicitó a la Cámara de Diputados que se apruebe la Ley de Artesanía que “está estancada”, por entender que a través de la misma, los productores podrán competir y para que “nuestros artesanos no desaparezcan, porque al paso que vamos corren el riesgo de desaparecer”.

El artesano manifestó que otro de los problemas que tienen es el tema de la financiación, ya que no cuentan con una institución que les de las facilidades para un crédito.

De igual forma, lamentó que las instituciones del Gobierno que están para financiar este tipo de proyecto “nos han abandonado por completo, a pesar de que hemos tocado puertas”.

“Nuestro deseo es que cada artesano tenga un módulo de producción y que el centro sea autosuficiente por sí mismo, ya que en el centro no caben todos los artesanos de la provincia”, explicó Matías Vargas, quien aspira también a que los mismo puedan replicar pequeños talleres en sus espacios para que trabajen de forma digna.

“Una vez tengan sus talleres en sus respectivas comunidades, los artesanos podrán exhibir sus productos en los “show room” o salón principal de la plaza”, indicó Matía Vargas.

En ese sentido, abogó para que se construyan mini talleres en los diferentes municipios para que “nuestros artesanos trabajen con dignidad, puedan vivir de la artesanía y de esta manera dejar un legado a las futuras generaciones para que la sigan trabajando”.

Según Matías Vargas para que la plaza pueda llevar a cabo su trabajo, enseñaron a sus asociados que la parte fundamental para desarrollarse es el trabajo, pero que lo más importante son los valores, la responsabilidad, dignidad, eficiencia y la ética sobre todo.

Un poco de historia

La Casa del Artesano de San Cristóbal surge a través de un plan organizado por sus productores, de tener un espacio donde producir y vender artesanías y de esta forma llegar a las tiendas a nivel nacional y simplificar al productor la transportación de sus productos.

También, de ver la necesidad y la precariedad que pasaban los artesanos con los dueños de gift shop, almacenistas y distribuidores por no tener un canal de distribución, ni mucho menos capacidad de colocación de sus productos en el mercado, sin tomar en cuenta el gran sacrificio que hacen para crear una obra de arte”. Es por ello, el objetivo del centro es verlos producir y, posteriormente enseñarlos a vender y que aprendan sobre el costo de producción de sus productos para luego enseñarles a ahorrar y desarrollar sus propios negocios.

Posted in Cultura

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas